Nuestra piel es nuestra carta de presentación. Por ello hay que cuidarla y mimarla para conseguir una piel luminosa, hidratada y libre de imperfecciones. Existen multitud de tratamientos para conseguir una piel bonita, tersa y en perfecto estado. En Clínica Demela disponemos de muchos de ellos como la hidratación profunda con ácido hialurónico, la toxina botulínica (botox) para tratar las arrugas de expresión o los estimuladores de colágeno.
Sin embargo, existen tratamientos mucho más sencillos y menos invasivos que también consiguen sacar a nuestra piel lo mejor de sí misma. Se trata de la aplicación de vitaminas en nuestro rostro. Tanto es así, que hablamos de uno de los tratamientos más demandados para todos aquellos que apuestan por un cuidado más tradicional de la piel.
La piel del rostro es una de las más castigadas del cuerpo, ya que está expuesta durante todo el año al sol, a las inclemencias del tiempo y es además un indicador de nuestro estado de ánimo y de nuestra salud en general. Si dormimos poco o mal, no nos alimentamos correctamentamente o padecemos mucho estrés, nuestra piel lo notará y se resentirá. También el abuso de sol y de tabaco envejecen prematuramente la piel de nuestro rostro.
Por ello en Clínica Demela os ofrecemos varios tratamientos de vitaminas faciales con unos resultados visibles y espectaculares. Uno de ellos es la mesoterapia facial en la que se aplica un cóctel a base de vitaminas A, E, C, B y K, además de oligoelementos y minerales. Con todo ello, conseguimos que nuestra piel mejore considerablemente y adquiera una luminosidad que antes no tenía.
Además de aportar juventud y luz al rostro, las vitaminas ayudan a matizar las líneas de expresión y pequeñas arrugas. Por ello, está indicado para aplicarse en cualquier momento y a cualquier edad (siempre mejor a partir de los 30) ya que es un tratamiento no invasivo y muy sencillo de realizar.
Otra opción es combinar la aplicación de vitaminas con el ácido hialurónico, que es el responsable de aportar elasticidad a la piel y tiene la capacidad de retener a su alrededor una gran cantidad de agua aportando volumen a los tejidos.
En Clínica Demela hacemos un estudio personalizado de cada paciente y siempre consensuado con él, decidimos que tratamiento es el más adecuado para cada caso. En muchas ocasiones, un cóctel de vitaminas es suficiente para dar luz y vida a una piel cansada y apagada.
Además, cada vitamina nos aportará un elemento esencial: la A nos ayudará a luchar contra los eccemas y el acné, preparará nuestra piel para el bronceado y combatirá los síntomas de la edad. La B dará elasticidad a los tejidos y es la que proporciona un color saludable a la piel. La C fortalecerá nuestra piel y nos la preparará para combatir los efectos del sol y la E nos ayudará, entre otras cosas, a combatir el envejecimiento de la piel. Por último, la vitamina K tiene efectos calmantes y ayuda a combatir las dermatitis atópicas.
Como veis en Clínica Demela somos expertos en la belleza del cuerpo y la piel y por ello os damos todas las opciones y os ofrecemos los tratamientos más tradicionales, y también los más innovadores para que los resultados que buscáis sean los deseados y además ampliamente satisfactorios.