El sol es una fuente de bienestar y, tomado con moderación, puede ser muy beneficioso para nuestro organismo. De sobra es sabido que nos aporta la vitamina D (tan importante para fortalecer los huesos), pero también tiene otros efectos más desconocidos como equilibrar los niveles de colesterol, mejorar el aspecto de nuestra piel y de nuestro sistema inmunológico y nos ayuda a controlar la hipertensión. También está demostrado que el sol nos aporta felicidad y una gran sensación de bienestar.
No obstante, si abusamos del sol, lo tomamos sin protección o no tenemos en cuenta los consejos para exponernos a él con precauciones, el sol puede ser muy perjudicial para nuestra salud. El principal problema que puede acarrearnos es la aparición de melanoma o cáncer de piel. Por ello, las personas con pieles muy blancas o muchos lunares, deben abstenerse de tomar el sol o hacerlo en horas en que las radiaciones solares no son tan fuertes. Además, ante cualquier cambio en nuestros lunares, o con la aparición de manchas o lesiones nuevas en la piel, debemos consultar a nuestro dermatólogo.
Pero no es el único peligro, el abuso del sol puede causar envejecimiento prematuro de la piel, quemaduras solares, insolaciones, golpes de calor o la aparición de manchas o marcas.
Por ello, desde Clinica Demela, expertos en depilación láser alejandrita, el cuidado de la piel y el cuerpo, os damos unos consejos para tomar el sol este verano con total seguridad y reducir así los posibles daños que puede causaros.
- Si estamos expuestos al sol debemos beber agua con mucha frecuencia. Una piel que está hidratada, nos cuida y nos protege más frente a los rayos solares.
- Hay que evitar hacer ejercicio físico en las horas centrales del día para evitar insolaciones o golpes de calor. En todo caso, siempre que hagamos deporte al aire libre debemos protegernos tanto con la ropa adecuada como utilizando cremas con protección solar.
- Usad cremas con un nivel de protección alto o muy alto (30 o 50) ya que son las únicas que nos protegen de los rayos más peligrosos del sol. Y muy importante, si estamos en la playa o la piscina, debemos recordar que hay que ponerse crema cada dos horas o después de cada baño.
- La exposición directa al sol en verano (sobre todo en las horas centrales del día) puede ser muy perjudicial. Por eso es importante utilizar sombrillas, gorras o camisetas, sobre todo si tenemos la piel muy blanca o muchos lunares y estamos en la playa, la piscina o al aire libre.
- Entre las 12:00 y las 16:00 horas es cuando las radiaciones solares son más fuertes. Una vez sabido esto, lo mejor es planificar nuestras horas de sol fuera de ese horario. En este artículo te contamos cómo afectan las radiaciones solares en nuestra piel.
- Para proteger tus ojos, recuerda llevar gafas de sol de calidad y homologadas que te protejan de los rayos ultravioleta.
- También debemos evitar que nos dé el sol en las manchas, cicatrices, heridas, lunares o pecas que tengamos. Existen sticks de protección total que son perfectos para proteger al máximo zonas específicas y más delicadas.
- Con los niños debemos tener un especial cuidado, ya que su piel es más fina y delicada. Con ellos es necesario utilizar una protección muy alta (50+) y evitar la exposición al sol de los más pequeños en las horas centrales del día.
Siguiendo estos consejos podemos tomar el sol con total seguridad y de manera sana y saludable.