Durante los nueve meses en los que una mujer está gestando, son muchas las dudas que surgen respecto a su alimentación (alimentos que debe consumir con normalidad, cuáles con moderación y cuáles son mejor no tomar), el ejercicio físico (qué deportes pueden ser beneficiosos y cuáles es mejor no practicar), o tratamientos que son recomendados durante el embarazo. Muchas mujeres nos preguntan, en este último caso, por la presoterapia, técnica con la que perder volumen, reducir celulitis y mejorar la circulación. ¿Está contraindicada la presoterapia durante el embarazo o no existe ningún problema?
Técnica no invasiva e indolora
Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el 95% de las mujeres sufre trastornos circulatorios en algún momento de su embarazo. La presoterapia es una técnica indolora y no invasiva que puede ayudar a la mujer durante el embarazo a disminuir la pesadez en las piernas o mejorar la circulación, entre otros beneficios, gracias a su sistema de botas neumáticas. Éstas producen un masaje mediante presión controlada en diferentes partes del cuerpo que mueve el flujo venoso y linfático.
Pero, además de las botas, el chaleco y cinturón forman el equipo de presoterapia, partes que, en el caso de las embarazadas, no deben utilizarse: no existe ningún problema en que una embarazada se someta a un tratamiento de varias sesiones de presoterapia siempre y cuando no se le aplique en la zona del vientre. Si solo se utilizan las botas neumáticas en las piernas, no existen riesgos para el bebé o la madre.
La presoterapia permite estudiar cada caso de forma individual, ya que existen diferentes programas con los que se puede ajustar la presión ejercida así como la duración de cada sesión. Otros beneficios son:
- Permite la prevención de riesgos provocados por la retención de líquidos, muy frecuente en embarazadas.
- Al ayudar a disminuir la retención de líquidos, disminuye el volumen de piernas, tobillos, pies e incluso se puede aplicar en brazos.
- Es un tratamiento efectivo en la prevención de varices.
- Ayuda a prevenir los riesgos de posibles trombosis venosas en el periodo final y durante el parto.
- Ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
Si bien es cierto que su uso no se recomienda hasta pasadas las 12 primeras semanas de embarazo, a partir del segundo trimestre, la presoterapia puede convertirse en la mejor opción para mejorar síntomas de cansancio, circulación e hinchazón de piernas y tobillos, entre otros.
¿Y una vez hemos dado a luz? Seguir con las sesiones de presoterapia es idóneo para recuperar nuestra silueta, mejorar la apariencia de las estrías, flacidez, etc.
No olvides que la presoterapia debe ser realizada por profesionales con experiencia y que la recomendación sobre el número de sesiones puede variar dependiendo de cada mujer, semana de gestación, cómo se desarrolla el embarazo, etc.
Si buscas profesionales que te informen sobre la presoterapia en Valencia, en Clínica Demela contamos con profesionales médicos y expertos en medicina estética que te asesoran sobre tu caso de forma individual. Contacta con nuestro equipo y disfruta de un embarazo sin molestias y en forma.