El quiste pilonidal, también llamado ‘sinus pilonidal’, es un abultamiento típico del surco central de la espalda que normalmente es visible en la parte más baja de ésta, prácticamente al comienzo de los glúteos, donde existe un pliegue que es el lugar de preferencia para su localización.
Posiblemente hayas oído a algún pariente, amigo o conocido que se haya sometido a la curación de uno de ellos en una clínica médica especializada en tratamientos láser, pues suele afectar al 9 % de la población, siendo cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres, normalmente de edades comprendidas entre 15 y 35 años. Cabe la posibilidad de que el quiste pilonidal venga de nacimiento,si bien lo normal es que aparezca en la adolescencia o en la juventud.
Pero ¿cuál es la naturaleza de este quiste? Pues simplemente se trata de una penetración anormal de un pelo en el tejido que se encuentra debajo de la piel, lo que provoca una reacción inflamatoria de éste como de intentar envolverlo y aislarlo del tejido normal. Esa reacción da lugar a lo que se llama un absceso o acúmulo de pus, similar al que se forma en los flemones de la boca, lo que explica el dolor que aparece al padecer uno de estos quistes. Esta afección se presenta habitualmente en el coxis, aunque a veces aparece en zonas sensibles como las axilas o el ombligo y hasta se han dado casos de aparecer en el pene.
Como todos los problemas de salud, este también se atiene a factores de riesgo, los más comunes son hacer poco ejercicio, padecer foliculitis, tener exceso de vello y la tendencia a sudar mucho. En la mayoría de casos es un quiste que crece hacia arriba, pero puede darse el caso de que lo haga en sentido contrario, con el riesgo de acabar en una fístula perianal con peores consecuencias.
Hemos comprobado que los métodos tradicionales para combatir el quiste pilonidal, a base de cirugía incisiva y antibióticos, no acaban radicalmente con el problema, pues tras el tratamiento resurge en casi la mitad de los casos. Por tanto, la solución definitiva es eliminar el foco de infección con depilación láser alejandrita, que te libera del vello de la zona sacra y del peligro de que se vuelva a encarnar y formar un quiste pilonidal secretor de pus.
Ya es habitual que los cirujanos deriven a un cliente con quiste pilonidal a una clínica médica de depilación láser porque han llegado al convencimiento de que la manera idónea de evitar recaídas es eliminar el vello de esa zona del cuerpo. La utilización del láser alejandrita produce excelentes resultados en la lucha contra la foliculitis infecciosa sobre todo, a tener en cuenta, en clientes de tonalidad clara y pelo oscuro y grueso.
Si en algún momento notas indicios de padecer esta dolencia, te conviene ponerte cuanto antes a disposición de una clínica médica de depilación láser alejandrita, donde profesionales sanitarios procederán a tratar las partes donde vean algún pelo enquistado antes de que degenere en absceso doloroso. La depilación láser no solo corrige aspectos estéticos, sino que tiene grandes aplicaciones en tratamientos de salud.