Clínica Demela

Con la aparición de las primeras arrugas solemos recurrir a cremas y tratamientos estéticos que nos ayuden a disimularlas. Pero, en ocasiones, apostar por un rejuvenecimiento facial es lo más indicado por sus excelentes resultados sin necesidad de pasar por quirófano.

Existen diferentes tratamientos y técnicas con las que rejuvenecer el rostro sin necesidad de cirugía, lo que hace necesario que, a la hora de someterse a un tratamiento de este tipo, sea un especialista en medicina estética quien evalúe cada caso para, tras conocer el historial médico del paciente, determinar el tipo de tratamiento que más le conviene.

La Bioplastia, el ‘lifting líquido’

Muchas veces, más temibles que las arrugas son los signos de flacidez que se producen en caso de pérdida de volumen en pómulos y óvalo facial produciendo un cambio en el aspecto y las proporciones de la cara. La Bioplastia, conocida también como ‘lifting líquido’, es un procedimiento que ayuda a restaurar y reposicionar volúmenes a nivel profundo.

Esta técnica se realiza con sustancias compatibles con nuestro organismo totalmente inocuas, que no producen toxicidad ni alergias en el paciente. Este es el caso de los rellenos con ácido hialurónico, ácido responsable de la elasticidad de la piel que, además, retiene a su alrededor una gran cantidad de agua aportando volumen a los tejidos. El ácido se integra de forma natural e incorpora nutrientes esenciales como la glucosa y el oxígeno que mejoran en mucho la textura de la piel.

Gracias a la bioplastia se consigue esculpir el rostro rejuveneciendo el aspecto del cliente (ya que recurren a ella tanto hombres como mujeres) sin cicatrices ni postoperatorios incómodos, eliminando la flacidez que tanto disgusta. En tan solo 2 sesiones y pudiendo hacer vida totalmente normal desde el mismo momento en que sale de la clínica, el rostro recupera la luminosidad y elasticidad que había perdido. Los resultados duran entre 6 y 8 meses, requiriendo revisiones por parte del especialista.

Mesoplastia: el cóctel estrella del rejuvenecimiento

La Mesoplastia facial es un tratamiento mínimamente invasivo que combina diferentes técnicas a través de las cuales se logra rejuvenecer el rostro de forma totalmente natural. Para conseguirlo, los especialistas en medicina estética realizan un estudio previo para decidir cuál es la técnica – o combinación de técnicas – que mejor le van a ir a la paciente: ácido hialurónico para prevenir o rellenar y estimular la producción de colágeno, el botox – en frente, entrecejo, y arrugas perioculares – y la mesoterapia facial a base de vitaminas A, E, C, B y K, oligoelementos y minerales que mejoran el aspecto de la piel aportando luminosidad.

A diferencia de la bioplastia, indicada a partir de los 45 años, la mesoplastia está indicada tanto para mujeres como para hombres a partir de los 30 años, momento en que comienza el proceso natural de envejecimiento.

La toxina botulínica, los estimuladores de colágeno, la reposición de volúmenes perdidos y la hidratación con vitaminas/ácido hialurónico mediante mesoterapia facial son técnicas que nos ayudan a eliminar las temidas arrugas de expresión y a mantener joven nuestra piel sin necesidad de someterse a complicados tratamientos que requieren de anestesia y hospitalización en algunos casos.

En Clínica Demela disponemos de personal especializado que te asesora en cada consulta que tengas. Si estás interesado en algunos de nuestros tratamientos o quieres recibir información personalizada no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Queremos hablar contigo y resolver todas tus dudas.